Querida Nina:
como diría aquel argentino que marchó al Canadá, empiezo a estar harto de tanto hielo, tanto pingüino, tanto krill, tanto iceberg, y de tanta aurora austral. Ya no aguanto más este encierro, y esta monotonía. Estas cuatro paredes tan funcionales, la habitación medida, el comedor, compartir "amigablemente", fotos y parámetros. Quiero un sitio con estaciones, con noche y día, con sol, con lluvia, quiero acariciar algo que no sea un peluche (porque en la Antártida no puede haber animales), al Dogo de verdad, quiero ir a la playa, ver a mis amigos, tomar cervecitas, hacer una buena barbacoa, y una paella, y copas, ..... y bailar hasta que amanezca. Estoy hasta el gorro de mapas y planos, quiero bañarme y quierooooo.............. (tú sabes, mi amor).
Socoooooooooooooooooooooooooooorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrroooooooooo!
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