un blog de literatura, música, cine y opinión, en general "...hace tanto frío aquí..."
miércoles, 12 de septiembre de 2012
QUEREMOS TANTO A WOODY
Queremos tanto a Woody...
Le queremos y le admiramos, porque hemos vivido con él, hemos crecido (algunos) viendo sus películas, riendo sus ocurrencias, sus locuras ("Toma el dinero y corre", "La última noche de Boris Gruschenko"), siguiendo sus romances disparatados ("Sueños de seductor"), tratando de hacernos pasar por otros, como él ("Zelig"). Y tal vez nos llenemos a veces de dudas, como en aquel oscuro homenaje al expresionismo alemán ("Sombras y niebla"), o demos con la frase perfecta para un libreto cualquiera, como cierto gangster ("Balas sobre Broadway"), sabemos, en cualquier caso, que el universo se expande gracias a él y no a Stephen Hawking ("Radio days"), que eso de que alguien se baje de la pantalla es posible ("La Rosa púrpura de El Cairo"), y que cierto barrio de Nueva York es uno de los mejores lugares del planeta ("Manhattan"), sobre todo si es al ritmo de Gershwin y oyéndole a él enumerar las cosas por las que merece la pena vivir ("los ojos de Tracy..."). Supimos también que el arte sirve para cambiar las historias que salen mal en la vida gracias a "Annie Hall" (y que Diane Keaton era la naturalidad), que Michael Caine era aun más grande recitando a Eliot y metiéndose en un lío de narices ("Hannah y sus hermanas"), que se podía rescatar a un genio como Reinhardt con una película ( "Acordes y desacuerdos"), que era bueno recordar a quienes nos enseñaron, por ejemplo al gran Hitchcock ("Misterioso asesinato en Manhattan"), que los asesinos a menudo quedan impunes ("Delitos y faltas"), que se puede hacer creíble lo increíble de partida " sólo si eres un genio" (en "Scoop"), que se puede bajar al infierno y partirse de risa ("Desmontando a Harry"), que los límites éticos no son un juego ("Cassandra´s dream"), y que Allen si es capaz de hacer una obra maestra ("Matchpoint"), dostoievskiana y redonda como una pelota, no como decían sus detractores, que pensaban que todo era chiste y autoescarnio: y, no una, sino dos , "Midnight in Paris": la más hermosa película que he visto en años, y un homenaje a la cuna de la cultura del siglo XX, París, tan necesario como conseguido.
Seguro que me dejo varias, pero tampoco es cuestión....Sólo quería decir algunas razones por las que queremos tanto a Woody... Allen, alguien de casa, un amigo.
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